Esta debe ser la pregunta que te tienes que hacer antes de embarcarte en un proyecto como el de mantener tu propio blog. Un blog supone mucho esfuerzo y una constancia que no está al alcance de todos. Mucha gente empieza con mucha ilusión a escribir su blog personal, los comienzos son ilusionantes, empiezan a redactar como locos contando todo lo que les viene a la cabeza: viajes, opiniones de política, inquietudes personales… pero poco a poco van dejando de lado el proyecto.

Tienes que tener claro el porqué te vas a dedicar a escribir para que gente desconocida pueda leer tu obra. Hay muchos motivos para hacerlo:

• Necesitas compartir tus experiencias con el mundo (recuerda que en Internet te podrá leer cualquier persona de cualquier rincón del mundo).
• Quieres darte a conocer, ya sea porque buscas trabajo o porque quieres potenciar tu marca personal.
• Quieres ganar dinero escribiendo un blog de éxito. Quieres convertirte en un blogger famoso y vivir de lo que escribes. Ya te aviso que esta opción es muy complicada, pero no imposible. Con constancia y saber hacer puedes llegar a conseguirlo.
• O simplemente te apetece conocer a gente nueva que pueda leer lo que escribes y comentar con ellos tus opiniones.

Tu propio blog

Hay muchos otros motivos que te pueden llevar a dar este salto, pero los anteriores son los más habituales. Una vez que hayas encontrado tu motivo deberás hacer una planificación. No es lo mismo escribir un blog personal para pasar el rato (en el que escribirás cuando tengas un rato libre, te apetezca o cuando te haya pasado algo que consideres interesante), que tener un blog con el que pretendas ganar dinero. En este segundo caso deberás fijarte unos objetivos semanales de publicación y los contenidos deberán ser interesantes para tus lectores, es decir, no podrás poner qué bien te lo has pasado el fin de semana en tal playa, a no ser que tu blog trate del tema vacacional y de ocio.

Teniendo claro lo que implica uno y otro modelo de blog a la hora de publicar nuevos artículos, el siguiente paso será ponerse a escribir. Es muy triste entrar en un blog y encontrar que solo dispone de dos o tres artículos. Está claro que cuando se empieza un blog no se dispone de nada anterior, pero siempre se puede hacer un pequeño esfuerzo inicial para redactar varios artículos que den más empaque a nuestro retoño.

De momento no te tienes que preocupar por nada más. Solo empieza a escribir en tu procesador de texto preferido. Escribe la primera entrada de tu futuro blog. Preséntate, explica tus motivaciones, lo que tienes pensado escribir, anima a tus lectores a que comenten tus artículos y que se pongan en contacto contigo… Una vez escrita la presentación continúa con lo que hayas planificado. Te recomiendo que empieces con cosas en las que te manejes muy bien, que domines. Al principio no tienes la práctica de escritura que tendrás cuando lleves meses escribiendo y es importante que el tema a tratar no te añada dificultad al aspecto literario.

Con esto no quiero decirte que escribas como un premio Cervantes, pero tienes que cuidar la ortografía y un poco la redacción. Los procesadores de texto ya te dan cierta tranquilidad a la hora de evitar faltas garrafales, ya sea por descuido o por equivocación al teclear, por eso te recomiendo que pases el corrector a todos tus escritos.

Es recomendable escribir primero un borrador y después, en una segunda leída, pulir el artículo. Así evitaremos dejar frases sin sentido o aspectos poco claros en nuestros artículos.

Cuando tengas varios artículos, escritos y repasados, es el momento de pasar a la siguiente fase. En el próximo artículo «Elegir la plataforma adecuada» trataré del siguiente paso lógico que deberás realizar.

Y recuerda: comparte, comenta, critica…